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SALUDO DEL OBISPO A LA DIÓCESIS, DESDE ROMA

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SALUDO DEL OBISPO A LA DIÓCESIS DE LA NUEVA ORAN DESDE ROMA

 Roma, 15 de enero de 2014

Queridos hermanos:

Desde esta hermosa ciudad quiero llegar a ustedes para saludarlos y contarles algo de lo mucho y sentidamente vivido en esta visita al Santo Padre Francisco. Hemos podido compartir muchos momentos juntos, concelebrar la eucaristía, cenar varias veces y particularmente conversar sobre la vida de la Iglesia y de nuestra querida diócesis. El Papa ha sido muy generoso con su tiempo lo cual ciertamente es un regalo inmerecido y un testimonio de vida que vale la pena seguir.

La emoción ha sido muy grande al volver a abrazarlo en persona. La última vez que nos vimos fue en el mes de febrero en Buenos Aires, dos días antes de que viajara para el Cónclave…..y no volvió a nuestras tierras…..Dios tenía otros planes para él y también para nosotros. Recuerdo que en aquella oportunidad le dije que si Dios a través de los demás cardenales le llegaba a pedir servir a la Iglesia como “el menor de los hermanos” no tuviera dudas en aceptar…..y así fue. Ustedes saben que me une al Santo Padre un vínculo de afecto muy fuerte que viene de muchos años por lo cual volver a vernos ha sido realmente una gracia y la ocasión de seguir aprendiendo de él a ser discípulo para poder ser pastor.

Quiero que sepan que le he transmitido los saludos de todos, que le entregué personalmente todas las cartas que me dieron y que le aseguré nuestra oración diaria por su vida y ministerio. En particular me detuve en una carta que me entregó la Señora Ramona en la última misa que presidí en la Catedral antes de viajar con un pedido de oración por su nietito llamado Francisco. El Papa me dijo que rezará para que se mejore y yo me comprometí también a hacer lo mismo…y los invito a sumarse porque es una situación delicada. Acompañemos todos a esta familia de nuestra comunidad!!!

Al compartirle al Santo Padre la vida de nuestra diócesis quise particularmente expresarle mi alegría y admiración por el servicio entregado y generoso de nuestros sacerdotes a quienes en estos meses he podido ir conociendo y visitarlos en sus comunidades. Le he contado al Papa Francisco sobre nuestros proyectos y que, aunque los sacerdotes son pocos para una extensión territorial tan grande y con tantos desafíos, los siento muy comprometidos con nuestra iglesia particular y especialmente los veo contentos en su servicio pastoral.

Vaya con estas líneas improvisadas desde el corazón mi gratitud a cada uno de nuestros curas por todo lo que están haciendo y mi deseo sincero de acompañarlos cercanamente y animarlos a que juntos vivamos la dulce alegría de evangelizar. Grácias queridos Padres!!!

Otro aspecto de nuestro diálogo han sido nuestros jóvenes seminaristas. He podido compartirle al Papa cómo va la vida de nuestros muchachos y los esfuerzos grandes que han hecho este año para formarse, no sólo en los estudios sino humana, pastoral y espiritualmente. Particularmente me detuve en lo que vivimos durante la misión llevada a cabo en La Unión en el mes de diciembre junto a las hermanas de la Fraternidad de Nuestra Señora del Sufragio quienes están a cargo de la parroquia. Además le entregué un porta retrato con la foto que nos sacamos para él. Se puso muy contento y me aseguró su oración para que sigamos adelante con nuestro proyecto formativo donde especialmente queremos comprometernos con la vida de los más pobres, débiles y sufrientes.

También le presenté algunos desafíos a nivel diocesano respecto al acompañamiento a las comunidades de los pueblos originarios, tan castigados por la ambición de los que se llevan por delante sus derechos no respetando la ley, destrozando nuestros montes e impidiéndoles vivir dignamente. Lo mismo acerca de las enormes dificultades que tenemos por el aumento de la pobreza, la conflictividad social y los desbordes que en varios casos terminaron con saqueos, robos y violencia. Y además le conté acerca de los sufrimientos en las comunidades de Embarcación y últimamente en Padre Lozano por los fuertes temporales de viento y lluvia.

El Santo Padre se siente muy cerca de nosotros y conoce bien la realidad que vivimos. Por eso ha sido para mí un verdadero consuelo poder compartirle estas cosas y pedirle humildemente su consejo para lo que se refiere a la responsabilidad que me confió como obispo.

En fin, pude decirle a corazón abierto que me siento muy feliz de haber sido enviado entre ustedes. Dejé mucho al partir de la diócesis de Quilmes donde entregué casi 22 años de vida sacerdotal. Pero mucho más es lo que gané sin mérito alguno…..por eso en la distancia vaya mi abrazo agradecido a mi querida diócesis de la Nueva Orán por haberme abierto tantas puertas que en la fe son signos patentes del amor de Dios a través de su pueblo fiel.

Les adjunto algunas fotografías de la última audiencia pública en la Plaza de San Pedro donde el Papa Francisco está desarrollando todas las semanas su catequesis sobre el bautismo. Ahí estuvimos con un grupo grande de argentinos de distintos rincones de nuestra patria. Verán también al futbolista Abel Balbo que vive en Italia desde hace 25 años con su familia. También estuvieron el Padre Andrés Buttu quien está de visita en su diócesis de origen en Cerdeña y que llegó hasta Roma para poder ver al Santo Padre junto con su prima Marieta y el Padre Totoni. Además verán fotografías de un grupo de amigos míos de muchos años de la arquidiócesis de Udine en el norte de Italia. Son dos sacerdotes cuyas parroquias he visitado muchas veces y un grupo de chicos de las comunidades que aprovechando mi visita vinieron también a Roma.

Seguramente podrán percibir en estas fotos la alegría y la paz que transmite nuestro querido Francisco, como así también el clima que genera su cercanía y presencia.

Los abrazo y les transmito la bendición que el Papa les envía pidiéndoles simplemente que recen por mí. Hasta muy pronto hermanos míos…..y sepan que los extraño !!!

Su obispo,

+ Gustavo

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